Colombia recobró la normalidad y se dedica sus sacrificios a la lucha contra la pandemia de COVID-diecinueve. Ya ha vacunado más del 50 por ciento de la población, mas se halla entre los 3 países de América Latina y el Caribe con más muertes y contagiados, tras Brasil y Argentina.

Tras los disturbios que comenzaron el veintiocho de abril y durante el mes de mayo se extendieron a las ciudades más esenciales, ha vuelto la paz y diálogo. No se impuso la violencia ni la irracionalidad política. El presidente Iván Duque Márquez no se dejó amedrentar.

En una entrevista exclusiva con Jorge Neri Bonilla, editor de Cambio16, el mandatario se refirió desde la Casa de Nariño a la situación que le tocó enfrentar. “Nunca vamos a dejar que el miedo sea la consecuencia del terrorismo”, destacó.

Días ya antes de la charla, Duque fue víctima de un atentado en Cúcuta. Le hicieron seis disparos al helicóptero presidencial cuando se acercaba al aeropuerto. “Estoy entregado a servir a Colombia con responsabilidad y no nos dejaremos intimidar por el terrorismo y la criminalidad. Sacaremos el país adelante, vamos a seguir avanzando en la vacunación y en la reactivación de la economía”, dijo.

Colombia no se dejó arrastrar por la violencia callejera y otra vez la institucionalidad se impuso. Insistió en que alén de cualquier ruido, de cualquier pretensión de quienes desean sembrar el desconcierto, en su gobierno se han registrado las tasas más bajas de homicidios en los últimos 46 años, y la menor incidencia de secuestros.

“También hemos conseguido las mayores incautaciones de drogas y de destrucción de laboratorios. Del mismo modo hemos golpeado a cabecillas como Puntilla, Guacho o bien Rodrigo Cadete y enfrentado a criminales como Uriel. Proseguimos velando por la seguridad del país y de sus ciudadanos. Donde se presenten focos de vandalismo y de terrorismo de baja intensidad, ahí los enfrentaremos”, detalló.

Recordó que a lo largo de más de 4 décadas el narcotráfico ha sido la primordial amenaza de la seguridad de Colombia. “No era solo el conjunto criminal de las FARC, cuando llegué a la Presidencia teníamos el ELN, los Pelusos, los Caparros, los Puntilleros, el Clan del Golfo”, agregó.

En ese sentido se refirió a la agenda de seguridad que sostiene con Estados Unidos, “de lucha contra el crimen internacional, pero asimismo de protección del medioambiente, de salvaguardia de los derechos humanos y del avance de la democracia en el hemisferio”.

En relación con Venezuela, manifestó que trabaja para que el “hermano país tenga unas elecciones auténticamente libres y democráticas que permitan el restablecimiento de la institucionalidad”.

Indicó que el acto más grande de hermandad entre las 2 naciones es el Estatuto de Protección Temporal. “Nuestro gobierno lo sacó adelante a fin de que 1,8 millones venezolanos –forzados a venir a Colombia, con dolor en los huesos, con tristeza, faltas y pobreza– reciban no solo una acogida, sino más bien asimismo una ocasión para poder restituir sus vidas”, expresó.

Afirmó que la construcción de la paz con legalidad implica una gran inversión social en los municipios impactados históricamente por la violencia y la pobreza. Señaló que cada día trabaja con la Comunidad Andina de Naciones, la Alianza del Pacífico y el Foro de discusión para el Progreso de América del Sur con el objetivo de consolidar una coalición para la protección de la democracia, el libre mercado y la aplicación de una agenda social. “Latinoamérica está firme en sus propósitos de proteger a ultranza la democracia y de abrir un camino de oportunidades”, afirmó.

Recordó que la equidad y la justicia social fueron su bandera en la campaña presidencial y 3 años después considera que le ha cumplido al pueblo colombiano. “Hemos conseguido, no solamente la mayor inversión histórica en educación, sino dejando una verdadera revolución social: la educación universitaria gratis para los estratos 1, dos y tres en las universidades públicas y en las instituciones técnicas y tecnológicas públicas. Hemos hecho una revolución en el programa de nutrición escolar para llegar a millones de niños y conseguimos la mayor asignación de subsidios de residencia para familias de reducidos ingresos. Ha sido un gobierno de justicia social”, expuso satisfecho.

Al preguntarle si Colombia era impermeable a los populismos de izquierda que abundan en la región, manifestó que contra el populismo y la demagogia no existe vacuna. “Colombia ha eludido esa pandemia pues ha sabido emplear su fortaleza institucional y la capacidad crítica de la ciudadanía para percatarse de que esos cantos de sirena que proponen pan para el día de hoy y hambre para mañana son los que más han perjudicado a otras naciones. Claro, no somos inmunes a que ese alegato llegue”, agregó.

Contó que en Colombia hay áulicos del chavismo que tratan de contestar los colectivos violentos de los distritos, mas se han impuestos los principios democráticos de la sociedad. “Esas expresiones del neochavismo, de la demagogia y el populismo son propias de pirómanos que procuran cabalgar sus intereses electorales en la polarización, la lucha de clases y la exacerbación de odios. No tengo dudas de que van a ser derrotado por una Colombia que mira al futuro y rechaza la violencia pensando en el progreso y en las ocasiones, no en el camino fácil”, declaró.